¿Deseas traducir un sitio web, pero no dispones de toda la información jurídica sobre el país de destino? Para asegurarte de que tu sitio web cumple todas las leyes del mercado local, lo mejor es optar por una agencia de traducción.
¿Por qué debo prestar atención a la normativa a la hora de traducir un sitio web?
Cada país tiene sus propias particularidades legislativas.
En España, por ejemplo, los consumidores se benefician de la ley de protección del consumidor. También existen numerosas leyes relativas a las normas de seguridad o de instalación de determinados productos. Lo mismo ocurre con los cosméticos, los complementos alimenticios, el CBD, los alimentos, las herramientas, etc. Cada país tiene unas leyes diferentes.
Las leyes españolas sólo se aplican en España. No son válidas en otros países.
De hecho, cuando envías a traducir tu sitio web, es probable que traduzcan textos sin adaptarlos al país de destino. E incluso podría ser peor, es probable que en la web se presente información que podría considerarse fraudulenta. En este caso, estarías poniendo a tu empresa en un riesgo desde el punto de vista legal.
La normativa vigente difiere de un país a otro. Por ejemplo, las normas españolas tienen poco valor fuera de España. Del mismo modo, determinados materiales están permitidos en algunos mercados, pero no en otros. Los productos con certificación «ecológica» o «bio» no tienen los mismos criterios de elegibilidad según se trate de Europa, Asia o América Latina.
Entonces, ¿cómo obtener una traducción legalmente válida?
¿Cómo se consigue una traducción que cumpla la legislación de un país extranjero?
Hay dos maneras de asegurarse de que un sitio web cumple la legislación de un tercer país:
- Recurrir a una agencia de traducción;
- Recurrir a un abogado que resida en el país de destino.
Recurrir a una agencia de traducción
La primera opción, recurrir a una agencia de traducción, suele ser la mejor por varias razones.
La primera es financiera. Cuando recurres a una agencia de traducción para traducir tu web, solo pagas por un servicio: la traducción.
La legalidad del contenido suele estar incluida en el precio. Además, las agencias de traducción contratan a profesionales nativos que, de hecho, conocen la mayoría de las leyes vigentes en sus países. También pueden verificar estas leyes en la lengua extranjera de destino.
Además, la optimización de contenidos SEO es un servicio que puede combinarse con la prestación general. Esto significa que solo se paga una vez por un servicio de traducción completo.
La segunda es temporal. Si recurres a los servicios de una agencia de traducción, ahorrarás tiempo. En lugar de traducir los contenidos en interno o con un traductor autónomo y que luego los revise una persona competente en el país de destino, la agencia de traducción se encarga de todo. Esto reduce significativamente el plazo.
La tercera es la comodidad. Sólo tendrás una persona de contacto para todo el proyecto de traducción web. Esto supondrá un ahorro importante de tiempo y un proceso más simple.
Para saber más sobre las ventajas económicas de recurrir a una agencia de traducción, consulta nuestro artículo Traducción asistida por ordenador y memorias de traducción: definiciones y ventajas.
Recurrir a un abogado o a un experto jurídico del país de destino
Recurrir a los servicios de alguien competente en legislación tiene una ventaja: puedes estar seguro al 100% de que los textos se ajustan perfectamente a la legislación del país de destino. Es una opción perfecta si tu site trata un tema que presenta riesgos jurídicos y debe ajustarse a la legislación vigente.
En cambio, si tienes un sitio web de e-commerce clásico, no es necesario recurrir a los servicios de un abogado o de un experto jurídico. De hecho, por todas las razones mencionadas anteriormente, recurrir a una agencia de traducción será mucho mejor.
Además, las agencias de traducción suelen disponer de plantillas para las clásicas condiciones generales de venta (CGV) y las condiciones generales de uso (CGU) específicas de cada país.