La correcta internacionalización de una página web requiere una buena traducción. Si los contenidos de tu página web no son fluidos en el idioma de tus mercados objetivo, no podrás instaurar un clima de confianza con tus futuros clientes potenciales. Descubre cómo gestionar los errores de traducción.
La importancia de una buena traducción
Aquellos tiempos en los que las tiendas online solo se dirigían al público en inglés han pasado a la historia. Ahora es imprescindible hablar en el idioma del consumidor si quieres alcanzar una buena tasa de conversión en tus mercados objetivo.
Y ahí es donde entra en juego la importancia de una buena traducción. Sencillamente porque un error de traducción puede salir muy caro y afectar tu reputación, tu relación con los clientes y tus objetivos comerciales.
Pero, ¿cómo se pueden evitar esos errores sin saber nada de alemán, italiano o francés? Simplemente solicitando los servicios de profesionales de la traducción especializados y nativos del idioma al que traducen.
Evita a toda costa los motores de traducción automática: nunca estarán a la altura de un traductor humano y la calidad del texto producido no permitirá que tus clientes se sientan en confianza en tu página web.
Para tu traducción profesional, puedes elegir entre agencias de traducción y traductores autónomos: todo depende del tipo de proyecto que quieres llevar a cabo. En el caso de una traducción de página web multilingüe, la mejor solución y también la más económica sería una agencia de traducción, ya que estas son capaces de gestionar traducciones a varios idiomas en un tiempo récord.
Gestionar un error de traducción
Pero, ¿cómo lidiar con posibles errores de traducción? ¿Y si ya fuera demasiado tarde?
En el mejor de los casos, el error será nimio y bastará con una mínima modificación. Sin embargo, los contenidos mal traducidos a menudo conllevan un descenso de la tasa de conversión y dañan la reputación de una marca. Desafortunadamente, esta situación es frecuente en el caso de páginas web traducidas de manera automática.
Si es tu caso, no te asustes. Piensa y elabora un plan de acción y reflexiona sobre el mensaje que darás: es posible que también deba traducirse, y en este caso la traducción tendrá que ser perfecta. Lo más importante es ser sincero y transparente. No dudes en asumir el error: tus visitantes apreciarán tu honestidad.
Nunca es demasiado tarde para arreglarlo: cambia de estrategia y dale una nueva vida a tu página web escogiendo una solución profesional.
Milega te garantiza una traducción de calidad gracias a sus traductores licenciados y especializados.